lunes, 13 de febrero de 2017

La reforma energética y la deforestación

Ante la reforma energética implementada por el actual gobierno que busca desarrollar la industria petrolera y eléctrica planteándose los siguientes objetivos: “Mejorar la economía familiar bajando los costos de la luz y gas, al tener gas más barato se podrán producir fertilizantes de mejor precio, lo que resultará en alimentos más baratos. Aumentar la inversión y los empleos. Reforzar a Pemex y a CFE: Se le dará mayor libertad a cada empresa en sus decisiones para que se modernicen y den mejores resultados”. Con este último se contribuye a un aumento en índices de deforestación y degradación del suelo, al implementarse proyectos mineros, petroleros y de generación de energía. Se puede ver como una destrucción de los bosques amparada por la ley y promovida por el gobierno que ademas decidió apostar por la apertura del sector energético a la iniciativa privada para la  extracción de petróleo y gas a través de la fractura hidráulica (fracking) una técnica altamente controversial por sus efectos en el manto acuífero.


El dar prioridad a proyectos de hidrocarburos como actividades preponderantes a cualquier otra incluyendo a la protección del medio ambiente, la reforma energética pone en riesgo zonas productivas para la soberanía y seguridad alimentaria y el mercado de bonos de carbono. México está atravesando nuevamente por una fase de industrialización basada en el crecimiento económico sin tener las capacidades de infraestructura, técnicas ni presupuestarias que garanticen un México más justo.

La Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red MOCAF) alertan que de no implementarse medidas urgentes de política pública seguirá avanzando la deforestación y degradación forestal en México. Ya que los hechos llevados a cabo durante la reforma energética desdibujan aún más la autoridad de la SEMARNAT, creando un régimen de excepción en materia ambiental para el sector energético y minero.

En Yucatán el gobierno federal ha otorgado 6 contratos para el desarrollo de proyectos altamente destructivos, unos para la generación de energía eólica y otros para la generación de energía solar. Las empresas titulares de dichos contratos alegan sobre la sustentabilidad de sus proyectos mientras que al mismo tiempo pretenden destruir más de mil hectáreas de selva en el estado. La adjudicación de estos contratos representara una destrucción de la selva generando un impacto ambiental inmensurable, perjudicando no solo la captura de dióxido de carbono, sino también afectando la flora y fauna de la región. Estos proyectos ya cuentan con autorización de la SEMARNAT, además de contar también con certificados de energías limpias lo que resulta contradictorio, teniendo en cuenta que los proyectos solo buscan el beneficio económico sin importar el impacto negativo que se genere.

Se estima que en México el cambio de uso de suelo y la agricultura contribuyen con un 21% en las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global.












1 comentario:

  1. Interesante; pero...quienes participan en este blog? y dónde están los resultados de aprendizaje, lo único que encontré fue sobre las reglas de operación 2017...
    Atte. Su profesor de Asignatura.
    B. Medina

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